sLia Thomas anuncia impactante retiro de la natación competitiva: “Nadie me quiere en su equipo”
En un anuncio inesperado y profundamente emotivo, Lia Thomas, la nadadora transgénero cuyo meteórico ascenso a la fama desató un debate a nivel nacional, reveló su decisión de retirarse de la natación competitiva.
La atleta de 24 años hizo la sorprendente revelación en una entrevista exclusiva, citando razones tanto personales como profesionales detrás de su decisión de dejar el deporte que ha definido gran parte de su vida en los últimos años.
Su anuncio de retiro llega en un momento en que su carrera había alcanzado su punto máximo y su momento más polémico, lo que plantea dudas sobre el futuro de los atletas trans en los deportes competitivos.
Thomas, quien hizo historia al convertirse en la primera mujer abiertamente transgénero en ganar un título de natación de la División I de la NCAA, explicó su decisión durante una entrevista con OutSports, una plataforma dedicada a la comunidad LGBTQ+.
En la entrevista, que rápidamente obtuvo una atención generalizada, Thomas habló con franqueza sobre las luchas, los desafíos y el costo emocional que conlleva competir al más alto nivel siendo una mujer transgénero en un deporte dominado por mujeres biológicas.
“He dado mucho por este deporte, pero en algún momento siento que ya nadie me quiere en su equipo”, compartió Thomas, con la voz llena de una mezcla de resignación y tristeza. “Las críticas constantes, los ataques, el escrutinio interminable… te pasan factura. Creo que es hora de que me aleje”.
Una carrera definida por la controversia
El ascenso de Lia Thomas a la prominencia en el mundo de la natación competitiva fue rápido y controvertido. Como nadador en la Universidad de Pensilvania, Thomas inicialmente compitió como atleta masculino antes de hacer la transición y ser elegible para competir en competencias femeninas.
Su participación en los deportes femeninos rápidamente se convirtió en el punto focal de un debate nacional que dividió opiniones en todo el mundo del deporte y más allá.
Los partidarios de Thomas argumentaron que ella fue una pionera, que rompió barreras para los atletas transgénero y demostró la importancia de la inclusión en los deportes.
Elogiaron su coraje y perseverancia, destacando los años de entrenamiento, sacrificios y desafíos que había superado para competir al más alto nivel como mujer trans. Por otro lado, Thomas enfrentó intensas críticas por parte de críticos que creían que su participación en eventos femeninos era injusta para las atletas cisgénero, alegando que sus ventajas físicas desde la pubertad masculina le daban una ventaja injusta en la piscina.
La controversia que rodea a Thomas alcanzó un punto de ebullición durante el Campeonato de la NCAA de 2022, donde ganó las 500 yardas estilo libre y estableció múltiples récords.
Sus victorias provocaron un gran revuelo, y algunos argumentaron que su éxito era emblemático del problema más amplio de los atletas transgénero que compiten en categorías designadas para mujeres. Otros sintieron que Thomas era un símbolo de progreso en la lucha por la igualdad y la aceptación, independientemente de las críticas que enfrentó.
A lo largo de este período, Thomas fue objeto de feroces reacciones en línea, protestas públicas e incluso pedidos de su descalificación de varias competiciones de natación.
A pesar de esto, se mantuvo firme en su creencia de que su derecho a competir era tan válido como el de cualquier otro atleta. Sin embargo, a pesar de los logros y victorias, el costo emocional de defender constantemente su lugar en el deporte comenzó a pesar mucho sobre ella.
Una lucha personal: el costo mental del escrutinio público
En su entrevista, Thomas habló sobre cómo el escrutinio público en torno a su identidad y desempeño afectó su salud mental y emocional. “Siempre me ha gustado nadar”, dijo. “Ha sido mi pasión desde que era niño. Pero hay días en que la negatividad es abrumadora. Los ataques, el odio, el constante cuestionamiento de si pertenezco o no, es agotador”.
Thomas admitió que la incesante cobertura mediática y las opiniones polarizadas sobre su participación en los deportes femeninos la hicieron preguntarse si valía la pena continuar.
“Empiezas a preguntarte si todo vale la pena. Si luchas constantemente por la aceptación, por tu lugar, por la validación, ¿cuándo termina esto? Tomás continuó. “Y en algún momento, queda claro que tu pasión por el deporte ya no puede protegerte del costo emocional”.
Su decisión de alejarse de la natación competitiva estuvo influenciada no solo por la presión externa sino también por su deseo de priorizar su salud mental y su bienestar.
“Esto es algo con lo que he estado lidiando por un tiempo”, dijo Thomas, conteniendo las lágrimas. “Quiero ser feliz. Quiero vivir mi verdad sin sentir constantemente que tengo que demostrar